La pintura o el arte de las paradojas.
La pintura a veces se presenta como una paradoja: no tiene un uso o utilidad pero llena vacíos tanto físicos como emocionales. Su uso no es práctico pero apela al sentimiento y el sentido de la vista. Quizás no puedo comer encima de ella pero puedo pensar a través de ella. Puedo verme como un tipo de espejo para el alma…
La pintura tiene un costo pero realmente es invaluable. Es única como cada ser humano y cada una tarde o temprano encuentra su dueño. Cada obra tiene su destino misterioso revelado en el proceso del quehacer artístico…
Podemos pretender vivir sin ellas, vivir sin el arte, pero al final el precio a pagar es elevado.
Podemos llenar nuestra casa de espejos y televisiones o decoraciones banales, pero la fuerza que transmite una obra bien hecha con alma es superior a todo lo anteriormente mencionado.
En casa de pobre y en casa del rico cada quien como puede cuelga su cuadrito…
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