El único vaso de agua en el desierto…
Qué vale más:
Una botella de agua en un colmado,
Una botella de agua en un restaurante 3 estrellas Michelin
Una botella de agua en un avión
¿O la misma botella de agua en el desierto?
Veamos este caso:
Un violinista toca en el metro de Nueva York. Algunos se paran, otros aplauden, y logra conseguir 30 usd en propinas. El violinista es Joshua Bell. Nadie sabe esto. Y el violín que toca , valorado en 3.5 millones de dólares, canta una de las melodías más difíciles.
Dos días antes de tocar en el metro de Nueva York, Joshua había vendido un concierto sold out en Boston. El promedio por asiento era de usd 100 .
El experimento prueba que lo extraordinario rodeado de lo ordinario, no brilla, y es sub valorado.
Imagínate un cuadro de Iván Tovar en el conde, o uno de Botero o Guayazamín.
Hay muchas personas talentosas que no son reconocidas por estar en el entorno equivocado.
Pero cuando éstas personas se reconocen y se valoran, y efectivamente pasan a un nuevo entorno, la dinámica cambia.
Recordemos la cocacola del desierto, hay que creerlo para manifestarlo. Tu talento es la coca cola y el nicho correcto sería el desierto. Bonus si la coca-cola está fría (esto no es un sponsor).
Si somos buenos en algo, no nos rodeemos de mediocridad. Hay que ponerse en el contexto donde seamos valorados en la justa dimensión de nuestro talento. ¿Hasta cuándo se ignora el elefante en el cuarto?
Si el elefante amenaza con romper el cuarto y largarse, quizás no pueda ser ignorado jamás .
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