El mito: “El arte es hobby, hay que conseguir un trabajo de verdad” es una mentira del diablo.

No te dejes manipular…

En un mundo, donde existe una lucha de poderes de luz y sombra, desde tiempos inmemorables, a veces es común perderse.

El enemigo envía siempre trampas desde muchas direcciones, por ende debemos andar cautos. Actúa de forma sagaz y manipula incluso, a nuestros seres queridos y amistades, para boicotear los tesoros más preciados de nuestro espiritu… En este caso hablaremos de los talentos.

El talento era una moneda de plata, de uso global en la antigüedad, algo así como el dólar lo es hoy. Eso en la parte exotérica. Pero en la parte espiritual, el Talento es el don, o dones, que Dios pone en nuestras almas custodias, como un préstamo espiritual que debemos usar de forma diligente y multiplicar para el bien de la humanidad como familia. Esto para potenciar la luz en el mundo… al diablo no le gusta esto. Pero también recordemos que el enemigo es un empleado de Dios. Su función entre otras, es probar a ver si eres digno de tener ese talento y multiplicarlo.

Cuando nacemos con el Don creativo y de las artes, crear como el Creador, emprendemos una navegación tumultuosa por el mundo, y en un momento tenemos que decidir entre dos caminos espirituales importantes,

El creador de luz, o destructor de las tinieblas

El creador de Luz hace un pacto con Dios y entrega su obra para realzar y alabar a Dios, creando y pensando lo que es bello y por ende bueno. Lo que trae armonía y paz, lo que es resultado de un espíritu fortalecido e inspirado por el Espíritu Santo. Estas obras son eternas.

El destructor de tinieblas hace un pacto con Satanás y entonces sus obras son promovedoras de lo que corrompe y destruye el alma, de la violencia, del egoísmo, de lo que divide y trae consigo pestilencia, enfermedad y muerte eterna. Lo que no sabe el destructor es que simplemente ha sido utilizado en la ilusión de Satanás como un rechazo. Una yerba mala que será lanzada al fuego eterno. Sus obras serán olvidadas para Siempre.

Por ende las pruebas siempre vendrán , debemos identificarlas y sacar el aprendizaje, para vencer siempre al enemigo en este complejo ajedrez. Y nunca dejarnos robar el talento. Custodiarlo, administrarlo y multiplicarlo, como en la parábola de Jesús. No enterrarlo. Ni cederlo al enemigo, o peor aún, usarlo para la oscuridad (al menos que esa sea tu decisión consciente).

Vivir bien del arte es posible si crees y creas. Creer y crear todo el tiempo, manteniéndonos en la luz, y el camino Real será revelado…

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